Caminante, no hay camino, se hace camino al andar...
por: Rafael R. Cabrera
El viaje iniciático o peregrinaje existe desde el principio de los tiempos, esta presente en todas las culturas, en la memoria ancestral de nuestro inconsciente, para recordarnos el camino de vuelta a casa o identidad esencial.
Mariana en los montes Himalaya, Nepal, hace dos años, haciendo una de las rutas de 5.000 mts. de altura, y descalza!!!! Como senderista, ha realizado varias travesías iniciáticas significativas en América Latina: La Ruta de Viracocha en Perú; Capilla del Monte en Argentina; Recorrido Piaroa y Ceremonia del Yopo en Amazonas Venezolana y Cumbre del Pico Bolívar en Mérida; Ruta de los Queros y ascenso del Cotopaxi en Ecuador; Acompañante de Taita en la Selva del Putumayo en Colombia; Travesía del Lago Titicaca en Bolivia; Recorrido de Selva Amazónica Brasilera con el propósito de visitar y hacer ceremonia en las Cataratas de Iguazu en Paraguay, pero que tuvo de suspender y regresar a Sao Pablo.
En la India dio dos vueltas al país en su aprendizaje espiritual con tres maestros que la condujeron por los caminos de la esencia del Ser y la ungieron maestra, además de hacer dos talleres de formación con el Dalai Lama, máximo representante religioso de Nepal, quien se encuentra exilado en Bodhgaya, India, por su cercanía con occidente; y en su búsqueda de si misma y su propósito de Servir a la Humanidad, convivio voluntariamente dos semanas en el Hogar de la Madre Teresa en Calcuta, atendiendo niños con parálisis cerebral. El Camino de Santiago es la continuación de su propósito vital, como lo escribió Antonio Machado, el gran poeta español antifranquista, " Caminante, no hay camino, se hace camino al andar..."
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