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martes, 13 de febrero de 2024

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La Mutilación Genital Femenina Sucede más de lo que Creemos

 


 Por: Irma Ustariz


La crueldad hacía las mujeres se ha venido ejerciendo en todas las culturas que surgieron de los grupos humanos mas antiguos, estos grupos estuvieron definidos  por dos momentos históricos a través del origen de la humanidad con la creación del mundo que se describe en las escrituras del Antiguo Testamento narrativa que registra las promesas y la relación de Dios con su pueblo antes de Cristo. El Nuevo Testamento, o NT, registra la vida de Cristo y las cosas que vinieron después de Cristo. El origen de la religión en historia de la humanidad puede darse  a través de la  asociación con el Antiguo Testamento el cual narra las promesas y la relación de Dios con su pueblo. En El Antiguo Testamento se establece la historia del pueblo judío, sus tradiciones y creencias, antes de la llegada de Cristo. El Génesis es el más importante y el más famoso, porque habla de los orígenes y de la creación del hombre y la tierra, según este relato el sexto día creó al hombre, Adán, y de una costilla a la mujer, Eva, quienes vivían felices en el Paraíso o Edén.

 En El Nuevo Testamento es la tradición en la que Jesús se educó y en la que Él estaba muy versado; de ahí su importancia, tanto para los hebreos como para los cristianos con su pueblo antes de Cristo.

En ambos textos el surgimiento de la creación o génesis presenta dos aspectos diferentes en una de ellas o AT, impera la versión del patriarcado. Esta narrativa de la humanidad a través del génesis confiere a la mujer un segundo plano de dependencia. En tal sentido, se presenta una contradicción, ya que en las primeras escrituras bíblicas se cita que en el principio varón y hembra  fueron creados del barro de la tierra y su creador, les dio forma a ambos con sus características particulares y les insuflo su aliento de vida a ambos. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra.2​

Esta historia se narra en el libro del Génesis, desde el versículo 26 del capítulo 1 hasta el versículo 2 del capítulo 5,3​ la primera parte, hasta el versículo 5 del capítulo 5,4​ trata de Adán y cuenta cómo éste fue creado del polvo mediante las manos del Creador a su imagen y semejanza después de soplar en el hombre "aliento de vida", es decir le dio espíritu, lo creó como un ser espiritual como Dios, dentro de un cuerpo animal

En El Nuevo Testamento, o NT, se registra la vida de Cristo y el relato toda de su vida, su obra y sus enseñanzas que vinieron después y al que se le llamó cristianismo. En la versión  del dogma judeo-cristiano, relata que dios creo a Adán y luego a Eva de una de sus costillas. Es decir, que en esta versión del génesis Eva ocupa un lugar secundario desde su creación, actualmente lo podríamos calificar como un trasplante de una de las costillas de Adán. A partir de ese instante Eva, pasa a ser la causante o chivo expiatorio de todas las desgracias o males que ocurren en el Edén, y que exculpan a Adán de toda responsabilidad por aceptar y compartir la curiosidad de Eva.. No obstante Adán es exonerado de toda responsabilidad. En este relato Adán ha sido una eximido de toda culpa además de ser considerado una víctima por comer del fruto prohibido. Por tanto,  sólo Eva recibe los castigos y las consecuencias del acto de desobediencia, cuya sentencia es: el dolor, el sufrimiento y la condena eterna, sin apelación llevará este estigma por el resto de sus días. Su irreverencia o desobediencia la hará sufrir a partir de su descendía, a parir con dolor y será maltratada, mutilada, violada, quemada, torturada (…)

Esta historia podría ser extrapolada hasta nuestros días, ya que los casos de abuso, violencia y vejación hacia las mujeres han permanecido durante toda la civilización occidental y en todas las culturas.

Una de las prácticas más abominables que se han utilizado para someter a las mujeres al control patriarcal en distintas épocas y continentes ha sido el de la Mutilación de los genitales Femeninos (MGF). El día 20 de febrero El Parlamento Europeo mantiene un fuerte compromiso para ayudar a eliminar la mutilación genital femenina en todo el mundo. El 12 de febrero, los eurodiputados aprobaron una nueva resolución que pide a la Comisión Europea que incluya medidas para poner fin a la mutilación genital femenina en su nueva Estrategia de igualdad de género de la UE, y que apoye a las supervivientes. Los eurodiputados también reiteran su llamamiento para incorporar medidas de prevención de la mutilación genital femenina en todas las áreas políticas, especialmente en salud, asilo, educación, empleo, etc.

Según UNICEF, “la ablación o mutilación genital femenina (MGF) es una forma de violación de los derechos humanos”. Se realiza en 28 países de África, en varios de Asia —como la India, Indonesia, Irak e Israel—, y entre algunos inmigrantes de estos países en Europa, América del Norte y Australia. En menor medida, también en Latinoamérica, entre algunas tribus amazónicas de Colombia y el Perú

En el 2007 se detectaron casos en la selva colombiana, en la tribu de los emberá chami. Algunas niñas de esta etnia murieron debido a las infecciones contraídas por la falta de asepsia en las intervenciones.

Según declaraba el 2010 Esmeralda Ruiz, asesora de género y derechos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), “luego de años de trabajo, los emberá chami entendieron que la ablación violaba los derechos a la vida, la integridad y la salud de las mujeres y se han comprometido a dejar de practicarla”. Se estima que cada año morían entre tres y cuatro niñas de esta tribu a causa de la extirpación del clítoris.

La renuncia de los emberá chami a la ablación está recogida en el documento Proyecto Emberá-Wera, elaborado por el UNFPA, y pese a haber logrado que la etnia renuncie formalmente a esta práctica, el documento señala: “Aún falta camino por recorrer para garantizar que todas las niñas y mujeres Emberá, en el resto del país, gocen de la integridad de sus cuerpos y de su territorio”.

Según Amnistía Internacional, casi 140 millones de mujeres en el mundo han sufrido la mutilación de sus genitales. Alrededor de 8 mil niñas y adolescentes al día y 3 millones al año. Razones culturales y religiosas son esgrimidas para esta práctica que desde sus orígenes tuvo como objetivo controlar la sexualidad femenina.

“Cuando supe cómo estaba, no pude entender por qué a mí. Cuando dejé mi país y comencé a compararme con otras mujeres, sentí rabia, indignación”. Ésta es la voz de una mujer africana que, aunque activista en contra de la mutilación genital, no quiere ser identificada. Se avergüenza de ser y sentirse “una mujer incompleta”.

Según UNICEF, “la ablación o mutilación genital femenina (MGF) es una forma de violación de los derechos humanos”. Se realiza en 28 países de África, en varios de Asia —como la India, Indonesia, Irak e Israel—, y entre algunos inmigrantes de estos países en Europa, América del Norte y Australia. En menor medida, también en Latinoamérica, entre algunas tribus amazónicas de Colombia y el Perú.

En el 2007 se detectaron casos en la selva colombiana, en la tribu de los emberá chami. Algunas niñas de esta etnia murieron debido a las infecciones contraídas por la falta de asepsia en las intervenciones.

Según declaraba el 2010 Esmeralda Ruiz, asesora de género y derechos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), “luego de años de trabajo, los emberá chami entendieron que la ablación violaba los derechos a la vida, la integridad y la salud de las mujeres y se han comprometido a dejar de practicarla”. Se estima que cada año morían entre tres y cuatro niñas de esta tribu a causa de la extirpación del clítoris.

La renuncia de los emberá chami a la ablación está recogida en el documento Proyecto Emberá-Wera, elaborado por el UNFPA, y pese a haber logrado que la etnia renuncie formalmente a esta práctica, el documento señala: “Aún falta camino por recorrer para garantizar que todas las niñas y mujeres Emberá, en el resto del país, gocen de la integridad de sus cuerpos y de su territorio”.

Mutilar para controlar

La ablación normalmente es realizada por mujeres de la comunidad que por generaciones se dedican a esta labor: mutilan y luego cosen la vagina de las niñas y adolescentes para garantizar su virginidad hasta que sean dadas en matrimonio. Cuando eso ocurra, otra de estas mujeres, o el propio marido, las abrirá con un cuchillo y les dirá que tienen que tener relaciones sexuales inmediatamente para evitar que el orificio se vuelva a cerrar. Todas estas intervenciones se hacen sin utilizar anestesia. En las zonas donde se practica la MGF se aducen razones religiosas. La mayoría de países que la realizan son musulmanes y no se ha encontrado ningún texto del Corán en donde se hable de la ablación; lo que sí se ha hallado son momias egipcias del siglo II a. C. mutiladas, lo cual también hace dudar del origen religioso de la práctica, dado el escenario politeísta de esta cultura.

Según manifiesta nuestra activista, se mutila por razones más terrenales: “Nos mutilan por pura ignorancia y machismo. Según los mayores, esta práctica se comenzó a realizar cuando los hombres se iban a la guerra y hacían cortar el clítoris de sus esposas y coserlas para evitar infidelidades.”

La MGF es de cuatro tipos; la más leve comporta la amputación total o parcial del clítoris. Luego está la que, además, extirpa los labios menores. El tercer tipo es la infibulación, que es la más radical de las que usualmente se realizan, pues comporta la extirpación del clítoris, de los labios menores y mayores y de parte del útero; además, la obertura vaginal es cosida con fibras vegetales, alambre o hilo de pescar, dejando únicamente un orificio para que salga la sangre menstrual, pues la uretra también queda tapada por la costura.

El cuarto tipo es bastante inusual; consiste en la punción, perforación o incisión del clítoris y/o de los labios vaginales, estiramiento del clítoris y/o de los labios, cauterización del clítoris y del tejido circundante o corte de la vagina e introducción de sustancias y de hierbas corrosivas para causar el sangrado con la finalidad de empequeñecer el canal vaginal.

Consecuencias

Las mujeres mutiladas sufren, entre otras cosas, de constantes infecciones vaginales. Al ser obstruida la uretra, miccionan por segunda intención quedándoles siempre sedimentos de orina que les ocasionan constantes problemas de hongos. Si estas infecciones prosperan y llegan al útero, son causas de infertilidad irremediable. Recientes estadísticas clínicas demuestran que la MGF causa otros daños irreparables, como el contagio del VIH-sida, o la hepatitis.

“Hace 20 años comencé a toparme con niñas africanas, que venían a mi consulta con infecciones de orina. La primera que examiné tenía los genitales cosidos. Le pregunté a la madre qué le había pasado y me dijo que le habían cortado el clítoris y los labios menores, y que en su país hacían eso a las niñas para purificarlas, que era como circuncidarlas.”

Desde ese momento la pediatra catalana Inma Sau ha hecho un largo camino en el tema de la ablación, y sabe que no se trata de una circuncisión: “La ablación amputa parte de un órgano; la circuncisión corta un trozo de piel. En el primer caso la mujer mutilada pierde sensibilidad y su vida física y sexual se ve afectada; en el segundo, el hombre no pierde nada”.

Un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha revelado que la MGF se asocia, además a una mayor probabilidad de sufrir problemas durante el parto y de perder al bebé.

Las mujeres mutiladas normalmente dan a luz mediante cesáreas. Por haber tenido los genitales cerrados durante años, tienen vaginas menos flexibles, lo cual las hace firmes candidatas a sufrir más episiotomías y hemorragias profusas posteriores al parto. La episiotomía es la realización de una incisión quirúrgica en la zona del perineo femenino que amplía la abertura vaginal para facilitar la salida del feto.

Asimismo, la tasa de mortalidad de los bebés de mujeres mutiladas es mucho mayor y el nivel de complicación  mortalidad aumenta según la extensión y la gravedad de la ablación. En el continente africano la práctica de la mutilación ocasiona entre 10 y 20 muertes más —de bebés— por cada 1.000 partos.

A partir del primer caso que atendió la pediatra Sau, trabajó prestando más atención al colectivo africano.  Cuando les preguntaba a las madres por qué mutilaban, decían que eso lo decidían los hombres; y cuando hablaba con los padres, decían que era cosa de mujeres.”

En los años 90, debido a la gran cantidad de inmigrantes africanos en Cataluña, los jefes religiosos musulmanes de este colectivo llevaron hasta tierras mediterráneas a una mujer que se dedicó a recorrer todas las provincias de la comunidad autónoma mutilando a las niñas de familias africanas nacidas en territorio español.

“Dos niñas fueron ingresadas en los servicios de urgencias porque se desangraban. Los padres dijeron que las había mutilado una mujer que había venido de su país. Fue identificada pero huyó antes de que la pudieran capturar. El mal que hizo fue terrible, pero también nos empujó a trabajar por lograr una legislación que protegiese a las posibles víctimas”, manifiesta la doctora Sau.

Cuándo y cómo

La MGF se practica desde los primeros días de vida hasta la adolescencia. Siempre marca el paso ritual de una etapa a otra de la vida; a las recién nacidas se hace como parte del rito del bautizo, y cuando son adolescentes representa el paso de la niña a la mujer que ya es apta para casarse, entre los 13 y los 15 años de edad.

 

En el último caso las niñas son aisladas de su comunidad y les cortan el cabello; así, cuando vuelvan a sus casas sus familiares y amigos sabrán que son nuevas personas. Luego son preparadas para la ceremonia especial: “la mutilación”.

“Yo estudié en un internado en Kenia hasta los 14 años. El día que volví a casa, en mi comunidad celebraban una fiesta. La gente cantaba, bailaba, bebía y comía por las calles. Le pregunté a mi madre qué pasaba y me dijo: ‘Celebran que vas a convertirte en mujer’.”

 

Para Agnes, la vuelta a casa iniciada con ilusión acabó de forma brutal en menos de 24 horas: “Crecí odiando la mutilación. El dolor es inimaginable y no se cura al cicatrizar la herida.”

A la niña que volvía del internado la bañaron al amanecer; entre dos mujeres la cogieron una por cada pierna mientras le aplastaban el vientre para inmovilizarla. Luego, sin anestesia, la matrona cogió su cuchilla y le cortó el clítoris y los labios menores. Le dijeron que la sangre que manó de su cuerpo era impura. La limpiaron con su propia orina y la cosieron.

En algunas etnias, la MGF representa la purificación. Otros grupos creen que las mujeres nacen endemoniadas y les cortan el clítoris para extirparles “el mal”. También están los que afirman que cuando una mujer da a luz, si la criatura toca el clítoris de la madre morirá en el acto. La mujer solo tiene valor en tanto esposa y reproductora.

Las etnias que practican la MGF también creen que las mujeres que no están mutiladas son sucias, y se les prohíbe la manipulación del agua y de los alimentos. En África, también se realiza esta práctica por motivos estéticos, ya que consideran los genitales femeninos muy voluminosos y carentes de belleza.

Según los mayores, esta práctica se comenzó a realizar cuando los hombres se iban a la guerra y hacían cortar el clítoris de sus esposas y coserlas para evitar infidelidades.

Delito de lesiones

Desde el año 2003 Cataluña es la primera comunidad en España y Europa en la que el tema de la MGF es abordado mediante un protocolo de trabajo conjunto entre varios sectores (Salud, Educación y Justicia); el objetivo es evitar que se mutile a las niñas africanas residentes en territorio español. Además, desde el 2005 se ha logrado que la práctica sea perseguida extraterritorialmente.

Desde los servicios de salud y los colegios se trabaja en estrecha colaboración: en cuanto alguna niña se encuentra en peligro potencial, los padres son citados e informados de las nefastas secuelas de la ablación y de las consecuencias legales que sufrirán en caso de que sus hijas sean mutiladas.

La MGF está considerada en Cataluña como un delito de lesiones, pues un ataque contra la integridad física de la persona y se castiga con penas que van de 6 a12 años de prisión”. Esta condena también puede ir acompañada de “[…] 10 años de inhabilitación para el ejercicio de la potestad, la tutela o la guarda de la menor”.

En noviembre del 2011 fueron condenados a 6 y 2 años de prisión los padres de una niña a la que sacaron de territorio español y la mutilaron en Gambia. Esta pareja es la primera que cumple condena por esta práctica, si bien es cierto hay denuncias realizadas en la década de los 90. En ese momento los padres aducían causas culturales: se trataba de familias acabadas de inmigrar y que por falta de información no eran conscientes del mal que les infligían.

Si non è vero è ben trovato

Este protocolo tiene origen en un papel lleno de sellos que en 1992 la doctora Sau se inventó para evitar la mutilación de tres niñas. “A mi consulta vino una madre africana. Yo trataba a sus tres hijas. La mujer me comunicó que se iban a África porque las niñas tenían que ser mutiladas. Le expliqué lo que eso comportaba y ella me contestó que no podía hacer nada, que era su marido quien decidía.”

La pediatra citó al marido y él le explicó que en cuanto llegaran a su país, su madre, la abuela de las niñas, las haría mutilar y él por sí solo no podría hacer nada. “Así que me fui por todo el hospital y recolecté todos los sellos que pude, los estampé en un papel membretado y escribí una nota en la que decía que esas niñas salían intactas del territorio español y debían regresar igual, si no el padre sufriría consecuencias legales.”

Un mes después las niñas estaban de vuelta en España, y luego de revisarlas la doctora Sau comprobó que no las habían mutilado. Al ver el efecto positivo del seudodocumento, la pediatra realizó sendas cartas selladas para todo aquel que abandonaba el país rumbo a África llevándose a sus hijas.

Yo no era una mujer completa

Tiene 41 años de edad, se llama Aisa y es de Senegal. La mutiló su abuela a los 7 días de vida, cuando celebraban

su bautizo. Es la segunda de 8 hermanas, 4 de las cuales están mutiladas. Las más pequeñas se salvaron porque

sus padres se informaron sobre el tema y se dieron cuenta de que eso no era bueno para sus hijas.

“Hace 15 años que la ablación no se practica oficialmente en mi país. Hay solo dos clases de personas que la continúan realizando: los ignorantes y las mujeres que siempre se han ganado la vida de esa manera y siguen asustando a las familias con el demonio para que continúen mutilando a sus hijas y no quedarse sin trabajo.”

Aisa no era consciente de que ella hubiera sido mutilada. “Un día fui a visitar a una amiga y en su casa hacían una fiesta. Yo no sabía por qué. Cuando le pregunté qué celebraban, me dijo que la habían mutilado. Sentí mucha pena y lloré por ella. Aún no sabía que yo estaba igual.”

Cuando llegó a la adolescencia, Aisa comenzó a descubrir que algo no iba bien: “Una compañera del colegio me dijo que le picaban los labios de la vulva, y yo pensaba qué labios, de qué habla. Y fue así como comencé a investigar por mi cuenta; busqué respuestas en los libros de Anatomía y me vi diferente”.

Los padres de Aisa nunca le explicaron lo que le habían hecho de pequeña. “Yo no he hablado nunca del tema con nadie de mi familia. El tema del sexo en África es tabú, y más con la familia.” A los 14 años Aisa tuvo su primer periodo menstrual y comenzó a sufrir más infecciones provocadas por la orina. Fue a la ginecóloga y ella le confirmó sus sospechas: “Fue un periodo muy duro y me di por vencida; no luché porque vi que las demás mujeres estaban igual y sobrevivían”.

Con 31 años de edad, Aisa abandonó Senegal en busca de nuevos horizontes. Llegó a Madrid y allí tuvo que ir al médico por otra de sus constantes infecciones de las vías urinarias. Cuando la ginecóloga la vio, llamó a otra doctora: “Ambas se pusieron a cuchichear mientras me miraban los genitales y yo me sentía como un monstruo”.

Cuando comenzó a tener una vida sexual activa, Aisa sentía vergüenza: “Lo hacía a oscuras. No quería que me vieran. Y como me habían mutilado de muy pequeña, era casi imperceptible. A veces disfrutaba y a veces fingía, pero sobre todo quería que me percibieran como una mujer normal”.

Según Aisa, los hombres tienen relaciones sexuales placenteras con una mujer mutilada porque “las encuentran más cerradas, pero muchas de las mujeres son absolutamente insensibles y cada vez que tenemos sexo sufrimos dolor, así que a la larga los hombres se van con una que no está mutilada, porque llegan a aburrirse de estar con una mujer que no siente nada”.

 

Hace tres años Aisa se trasladó a vivir a Barcelona y tuvo otra infección de orina. En la consulta del ginecólogo se desmontó: explicó su necesidad de ser ‘normal’, de sentirse ‘completa’, y dijo que estaba a punto de viajar a Francia para ver si la podían operar.

El ginecólogo le informó que, en Barcelona, un médico de la clínica universitaria Dexeus realizaba reconstrucciones de clítoris. “Me dieron el número de teléfono de la primera mujer que se había sometido a la intervención. Ella me explicó que sus genitales habían quedado como si no hubiera pasado por la mutilación,

y que funcionalmente sentía como una mujer ‘normal’.”después de un mes Aisa fue operada y, según sus propias palabras, ahora es una mujer feliz. “He recuperado toda la sensibilidad. Disfruto plenamente del sexo y me siento una persona normal, completa; ahora me siento absolutamente segura como mujer.”

Pero hay mujeres que luego de la operación manifiestan que aunque sus genitales han recuperado su apariencia, ellas están igual que antes. A esas mujeres no solo les cerraron la vulva, dice Aisa: “Además, les han cerrado la libido”.

Siempre hay esperanza

Reconstruir la vida de una mujer mutilada no es tarea fácil. Por eso el responsable del Programa de Reconstrucción Genital Post Ablación de la Fundación Dexeus, el doctor Pere Barri Soldevilla, dice que ésta es una tarea que no acaba con la cirugía.

En el 90% de los casos los genitales femeninos recobran su aspecto original. “Luego de confrontarse con la mujer occidental, la mujer africana sometida a la mutilación sufre un golpe letal en su autoestima. La recuperación de sus genitales las ayuda a recuperarla.”

La intervención es gratuita y la financia la Fundación Dexeus, que se nutre del apoyo económico de entidades y particulares. Dura una hora y las mujeres solo pasan una noche en la clínica, así que muchas de ellas —para evitar el rechazo familiar— se operan in informarlo. “La cirugía es una técnica adaptada de la que se aplica para el alargamiento del pene. El clítoris es un órgano de unos 10 cm de largo, la mayor parte de los cuales se encuentran en el interior de la vagina. Lo que hacemos es coger lo que queda del clítoris y desinsertarlo del ligamento que se ancla al hueso y dejarlo lo más externamente posible”, explica el doctor Barri.

La reconstrucción del clítoris, además de recuperar el aspecto estético, ayuda a que la mujer recupere la funcionalidad sexual en un porcentaje muy elevado. Según las cifras del equipo médico comandado por el doctor Barri, luego de operadas el 75% de las mujeres recuperan la capacidad objetiva de excitarse; de éstas, el 40% llega a tener orgasmos siempre que quiere, y un 30% los tiene parcialmente, es decir, no siempre que lo desea.

Lamentablemente, esta técnica aún es irrealizable en los países donde se practica la MGF. Los cirujanos que se han arriesgado a hacerlo han visto sus vidas amenazadas; además, la mayoría de mujeres que se han sometido a la reconstrucción han sido luego rechazadas por sus familias.

Epílogo

En el siglo XIX, en Europa también se mutilaba a las mujeres que padecían de histeria o de enfermedades nerviosas. Desde el principio de los tiempos el dominio sobre la mujer se ha ejercido de diferentes maneras y unas han sido más brutales que otras. Lo que nadie sabe a ciencia cierta es desde cuándo mutilar a las mujeres se convirtió en una costumbre normalizada por algunas sociedades.

Mutilación genital femenina: ¿Dónde se practica? ¿Por qué? ¿Qué implica?

Más de 200 millones de niñas y mujeres han sufrido mutilación genital femenina, según la ONU. El Parlamento Europeo quiere ayudar a acabar con esta práctica.

Publicado: 11-02-2020 Última actualización: 12-02-2020 - 21:10

"The Restorers", nominadas al Premio Sájarov 2019, desarrollaron una aplicación de apoyo ante la mutilación genital femenina

"The Restorers", nominadas al Premio Sájarov 2019, desarrollaron una aplicación de apoyo ante la mutilación genital femenina.La mutilación genital femenina es una práctica que implica la alteración o lesión de los genitales femeninos por motivos no médicos y que internacionalmente es reconocida como una violación de los derechos humanos, de acuerdo con la definición de Naciones Unidas, que calcula que alrededor de 68 millones de niñas en todo el mundo están en riesgo de sufrirla para 2030.

¿En qué países se practica?

La mutilación genital femenina se concentra principalmente en alrededor de 30 países de África y Oriente Medio, también se practica en algunos países de Asia y América Latina y entre las comunidades que proceden de estas regiones.

Aunque es ilegal en la UE, se estima que alrededor de 600.000 mujeres que viven en Europa han sido sometidas a la mutilación genital femenina –algunos Estados miembros incluyen en el cálculo las intervenciones que se realizan fuera del país-, y otras 180.000 niñas corren un alto riesgo en 13 países europeos.

¿Por qué?

La mutilación genital femenina se realiza principalmente en niñas, desde su infancia hasta los 15 años, por cuestiones culturales y sociales. Presión social, convenciones, creencias de que la mutilación genital femenina tiene apoyo religioso e incluso porque se la relaciona con la pureza. Esta práctica, anterior al surgimiento del cristianismo y el islam, perpetúa desigualdades profundamente arraigadas entre sexos.

    “Desafortunadamente, los cuerpos de las mujeres siempre han sido un campo de batalla. Siempre se trata del control de los hombres sobre los cuerpos de las mujeres ".

Maria Noichl, eurodiputada alemana de S&D

(en un debate en el Parlamento Europeo el 18 de diciembre de 2019.) El PE quiere acabar con la mutilación.

El Parlamento Europeo mantiene un fuerte compromiso para ayudar a eliminar la mutilación genital femenina en todo el mundo. El 12 de febrero, los eurodiputados aprobaron una nueva resolución que pide a la Comisión Europea que incluya medidas para poner fin a la mutilación genital femenina en su nueva Estrategia de igualdad de género de la UE, y que apoye a las supervivientes. Los eurodiputados también reiteran su llamamiento para incorporar medidas de prevención de la mutilación genital femenina en todas las áreas políticas, especialmente en salud, asilo, educación, empleo, etc.

Lea más sobre la lucha del Parlamento por los derechos de las mujeres.

    “¿Qué diríamos si esta fuera nuestra madre, nuestra hermana, nuestra esposa, nuestras primas? [...] Tenemos que ser la voz de aquellas mujeres que no pueden hablar por sí mismas”.

Frances Fitzgerald, eurodiputada irlandesa del PPE.

( en un debate en el Parlamento Europeo el 18 de diciembre de 2019)

Los efectos a corto y largo plazo pueden incluir:

    dolor intenso y sangrado excesivo

    dificultad al orinar

    quistes, infecciones e infertilidad

    problemas psicológicos

    disminución del placer sexual

    complicaciones en el parto, mayor riesgo de muertes de recién nacidos

Una aplicación para hacer frente a la mutilación

En 2019, “The Restores”, un grupo de cinco estudiantes de Kenia, que desarrollaron una aplicación para ayudar a las niñas a hacer frente a la mutilación genital femenina, estuvieron nominadas al Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia. Su nominación dio visibilidad a la lucha contra la mutilación genital femenina y subrayó la importancia de que sean las propias jóvenes las que desempeñen un papel en sus comunidades.

Más información

 

    (Abrir en una pestaña nueva) Instituto Europeo de la Igualdad de Género)

    Resolución del 12 de febrero de 2020

 

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https://www.europarl.europa.eu/topics/es/article/20200206STO72031/mutilacion-genital-femenina-donde-se-practica-por-que-que-implica

 

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