Por: Irma Ustariz
En el Cercano Oriente, el dios que descendió al campo del tiempo fue originalmente una diosa. Jesús representó un papel que en realidad es el de una Diosa, al descender llevado por la compasión. Pero cuando la Virgen consiente en ser el receptáculo de la encarnación, ya participa en la redención. Se ha ido haciendo más y más evidente que la Virgen es equivalente en su sufrimiento al sufrimiento de su hijo. En la Iglesia Católica creo que ahora se la llama la “cosalvadora”.