Artículo de la Semana

 

 

Susan Wojcicki: La Gurú de Google

Con cinco hijos y una fortuna estimada en más de US $400 millones

 Wojcicki terminó convirtiéndose en un referente global de la publicidad en internet y el desarrollo de nuevos negocios

                                                            

 

 Por: Irma Ustariz

Susan Wojcicki, Susan Diane Wojcicki es hija de Esther Wojcicki, educadora de ascendencia judía rusa, y de Stanley Wojcicki, estadounidense profesor profesor de física en la Universidad de Stanford. Es la primogénita de tres hermanas. A los 11 años creó su primer negocio, que consistía en vender especias puerta por puerta. Tras enfocarse en humanidades, tomo su primera clase de informática en el último año de instituto.

Susan, conoció a dos estudiantes que terminaron siendo los fundadores de Google. A quienes les alquiló el garaje de su casa en California, Susan fue una de los primeras 16 integrantes de Google. En esa época ella trabajaba en Intel y le parecía que el proyecto de los estudiantes tenía todo el potencial para convertirse en una gran innovación. Lo que la animó al poco tiempo a unirse al equipo -pese a tener cuatro meses de embarazo- fue la primera mujer que se integró a la empresa y asumió la responsabilidad del diseño, la construcción de los productos de publicidad y analíticas de Google (AdWords, Google Analytics). Además trabajó en numerosos proyectos, dentro de los que se destacan el desarrollo inicial de Google Books y Google Imagens. Susan creció dentro de Google para convertirse en su vicepresidenta senior en el área de publicidad, comercio y liderar los productos publicitarios y analíticos, incluidos AdWords, AdSense, DoubleClick y Google Analytics.

         Su visión rindió frutos y la llevó a convertirse en la gurú de marketing del gigante tecnológico más tarde, y en la directora ejecutiva de YouTube, la plataforma de videos que Google compró en 2006 por recomendación de la propia Wojcicki. En su último ranking sobre las mujeres más poderosas del mundo, la revista Forbes la ubicó en el sexto lugar después de Angela Merkel, Theresa May, Melinda Gates, Sheryl Sandberg y Mary Barra. Con cinco hijos y una fortuna estimada en más de US$400 millones, Wojcicki terminó convirtiéndose en un referente global de la publicidad en internet y el desarrollo de nuevos negocios.

Con maestrías en ciencia y en administración de negocios, vio que internet era una tierra de oportunidades y no tardó mucho en aprender a codificar. Por eso no es casual que le arrendara el garaje a los creadores de Google y que la empresa se transformara en parte de su familia ."Tenía mis reservas respecto a trabajar con dos estudiantes", Señaló.

En Google empezó como directora de marketing y en la medida que la empresa fue expandiéndose, se hizo cargo de toda la publicidad y las relaciones comerciales de la compañía. Entre otras cosas, Wojcicki lideró el desarrollo de AdSense, el servicio para que las empresas hagan publicidad por internet y de otros productos como Adwords y Google Analytics.

Su éxito como CEO no le impidió Todo aquello lo hizo mientras en paralelo criaba a sus hijos. Por eso es conocida su histórica regla de no contestar llamadas ni correos electrónicos entre las seis de la tarde y las nueve de la noche. "No tengo problema en hablar sobre mis cinco hijos porque creo que muchas mujeres se avergüenzan y prefieren omitirlo porque les preocupa que tenga un efecto negativo en sus carreras", dice.

Lo cual le parece  "es muy injusto". Siguiendo esa línea, Cuando YouTube tenía apenas un año de existencia, Wojcicki convenció a Page y
Brin para que compraran la nueva plataforma de videos en YouTube ha instaurado prácticas como flexibilidad horaria y bajas maternales remuneradas de 18 semanas, políticas bastante inusuales en Estados Unidos.

Como suele ocurrir con las mujeres poderosas en el mundo tecnológico, Wojcicki ha hecho campañas para promover la inserción de más niñas en el mundo digital. "Codificar es como saber escribir", dice, insistiendo en la necesidad de disminuir la brecha de género que hay en el sector. Una brecha que se repite a nivel de los más altos cargos de las jerarquías corporativas. Tanto es así, que las directoras ejecutivas de las grandes empresas apenas constituyen un 3%.