Relatos

 

 

 Zombies

 Por: Veronica Schennel

 

     En las salas de parto de los hospitales se pueden ver y escuchar cosas terribles:
Gritos, llanto, sangre, súplicas, el dolor y el miedo reflejados en los ojos de cada mujer.
Son películas de terror, pero en una realidad que se vive y se siente.
Son gritos desgarradores de mujeres que se aferran a cualquier cosa, tratando de superar el
dolor.

 Mujeres que caminan con lentitud, con las piernas abiertas.
Todas están viviendo la misma experiencia todas están sintiendo, sufriendo, padeciendo…

 Sangre bajando por las piernas como lágrimas, como sudor, y en casos más fuertes, como
cascadas.

 Huellas rojas en el suelo,
gotas de sangre, e incluso charcos, que quedan en el camino dejando rastros.
Despeinadas, demacradas, sin fuerzas, sin maquillaje.
Arrastran sus pies, se quejan por el dolor.

No les da pena estar expuestas, no esconden sus cuerpos ni sus dolores,
es parte de la vida, del mundo, de la naturaleza.
Ellas sólo quieren que se vaya el dolor, o que al menos que su dolor sea aliviado.

 Muchas de esas mujeres no han dormido bien, no han podido descansar.
Algunas llevan largas horas sin comer y sin hidratarse.
El dolor y el miedo se unen y se vuelven cómplices.
Son zombies en las salas de parto