Noche de Luna Llena
Por: Verónica Schennel
Esta noche la luna está más radiante que nunca,
en ella se refleja mi corazón y el suyo,
su piel y mi piel,
su sangre y mi deseo.
Su aroma despierta mi instinto animal,
me hace respirar profundo,
morder mis labios y querer devorarlo.
Salto sobre la cama, lo miro fijamente,
es mi presa, mi víctima, mi rehén.
Observo a la luna y lo veo a él mientras duerme,
es un pecado no dejarlo dormir,
pero es un crimen despertarlo para saciar mis antojos una y otra vez,
hasta dejarlo exhausto,
sin fuerzas y con mucha sed,
mientras yo me alimento de su cuerpo,
de sus besos y del sudor de su piel.
Muerdo sus labios y su cuello,
me cuelgo en sus brazos apasionados,
alivio mi tensión lamiendo su oreja y su espalda,
soy una loba por dentro, en lo más interno de mi ser…
Soy una loba nocturna que se transforma y se embriaga en la noche de sus deseos.
Salvaje y enamorada,
ansiosa y apasionada.
Al terminar de jugar y de saciar mi instinto carnal, desgarro su piel, devoro su cuerpo y bebo su sangre.
Coloco sus restos junto a mis otros amantes,
mientras saboreo mis labios y me deleito imaginando a mi próxima víctima.
Con el rostro salpicado de sangre, le canto a la luna.
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