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domingo, 31 de agosto de 2025

Articulo de la Semana

  

 

Lidia Pöet Primera mujer abogada que defendió la condición de la mujer en la sociedad

                                      I

 

 Lidia Poët, la primera abogada italiana

 Inhabilitada para ejercer la profesión

 

Por: Irma Ustariz

 

Lidia Pöet, nació  en (Perrero, Piamonte, 26 de agosto de 1855), en la aldea de Travesalla, en Italia fue la primera mujer abogada en ese país, se graduó en derecho el 17 de junio de 1881, la  tesis para adquirir su licenciatura fue defender  la condición de la mujer en la sociedad y sobre su derecho al voto.

Durante los dos años siguientes, ejerció la abogacía en Pinerolo, en la oficina del abogado y senador Cesare Bertea,  asistió a las sesiones de los tribunales. Después de completar su educación, aprobó el examen de calificación en la profesión legal y solicitó su ingreso a la Orden de Abogados y Fiscales de Turín. Para ese entonces su solicitud fue negada, ya que El Fiscal General del Reino recurrió a la decisión ante el Tribunal de Apelación de Turín. El 11 de noviembre de 1883, la Corte de Apelaciones accedió a la solicitud del fiscal y ordenó su eliminación del registro.

Al percatarse de que una mujer había sido aceptada en la lista, la oficina del Fiscal General recurrió ante el Tribunal de Apelación de Turín, argumentando que las mujeres no podían ejercer la abogacía porque la profesión era un “cargo público”.

Lidia Poët presentó un recurso ante el Tribunal de Casación, el cual confirmó la decisión del Tribunal de Apelación, declarando que “las mujeres no pueden ejercer la abogacía”​ El argumento que esgrimieron para sustentar ese resultado fue que la profesión de abogado debía ser calificada como «cargo público», lo que implicaba una evidente exclusión de la mujer dado que la admisión de mujeres a los cargos públicos debía estar expresamente prevista en la ley y, si esta guardaba silencio —como en el caso de la ley de abogacía—, no era posible interpretar el silencio del legislador como una admisión. Esta cancelación provocó un intenso debate donde la mayoría de los periódicos italianos apoyaban que las mujeres pudieran tener roles públicos.

En aquel momento, la admisión de mujeres en los cargos públicos debía estar especificada en la ley y como, en este caso, la ley guardaba silencio, los detractores de Poët aprovecharon para interpretar ese vacío como una negativa.

A esta solicitud se opusieron los abogados Desiderato Chiaves, ex ministro del Interior, y Federico Spantigati, quien en protesta, renunció a la orden después de que la moción fuera sometida a votación y aceptada.

El presidente Saverio Francesco Vegezzi y otros cuatro concejales (Carlo Giordana, Tommaso Villa, Franco Bruno y Ernesto Pasquali) se mostraron a favor de la adhesión, precisando que «según las leyes civiles italianas, las mujeres son ciudadanas como los hombres». El 9 de agosto de 1883, Lidia Poët se convirtió en la primera mujer admitida para ejercer la abogacía.

El ingreso de Poët no estuvo exento de polémica ya que, hasta entonces, los únicos miembros de la orden habían sido hombres y no todos estaban de acuerdo en que una mujer pasara a formar parte del grupo. Los abogados Federico Spantigati y Desiderato Chiaves se opusieron férreamente al ingreso de Poët. De hecho, uno de ellos llegó a renunciar a su puesto en la orden después de que la solicitud fuera aceptada, a modo de protesta.

“Federico Spantigati dejó la Orden de Abogados y Fiscales de Turín después de que Lidia Poët fuera admitida”.

 

 

 

 

 

1 comentario:

  1. Excelente historia en esa época era algo normal, la discriminación de la mujer. Era algo aceptado y así en todas las profesiones y oficios.Gracias por publicar estos importantes trabajos de historias de mujeres. Saludos. desde. Los Teques, Venezuela .

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Gracias por tu comentario...que tengas un excelente dia.

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