Documentales

lunes, 19 de septiembre de 2022

La infantilización de la Sociedad

Mujer adulta con patineta rosa en el hombro haciendo el simbolo de paz con la mano izquierda
 


Principal neurosis moderna: El Sindrome de Peter Pan


Por:  Irma Ustariz


    A principios del siglo XX, la sociedad dio un cambio cualitativo en las tendencias de autopercepción. Lo que se conoce como el rechazo de entrar en la edad adulta. El adelanto en las investigaciones y los nuevos métodos en las cirugías plásticas, y el deseo de ser siempre joven viene desde hace muchos años atrás, como el deseo de conseguir el elixir de la eterna juventud, ha sido soñado desde los relatos en los cuentos de las reina y las brujas malas que deseaban verse eternamente jóvenes, asimismo, los hombres como la historia del retrato de Dorian Grey, que quería ser eternamente joven, dejando de lado los procesos normales que sufre nuestra biología, partiendo del ejemplo un niño que al acumular unos cuantos años se convierte en adolescente y al acumular más años, se convierte en un adulto. Es decir hay un cambio de cualidad en términos positivos, en  tanto en y en cuanto a la edad se mide en un proceso permanente de cambios.

    En la posmodernidad se ha ido interiorizando  en la sociedad un verdadero rechazo psicológico condicionado a la negación de entrar en el proceso de la adultez. Se ha caído en una distorsión absoluta de las jerarquías que deben existir en todos las formas de organización social, lo cual trae consecuencias sumamente confusas, para los cronológicamente jóvenes, lo que igualmente conlleva a la frustración y la ansiedad porque todos saben que nunca podrán saltar los parámatelos y limitaciones físicas propias de la edad adulta. 


Hombre adulto contándole un cuento a un osito de peluche


    Los adultos quieren refugiarse en el mundo o entorno de los jóvenes pues parece que en mundo  los jóvenes no hay que  respinsabilizarse de sus actos y es más cómodo de vivir en sociedad. Uno de estos modelos de sociedad lo vemos como ejemplo en la serie que ha imitado este comportamiento lo vemos en la Familia de los Simpson, en el que los roles  el padre está ausente, se le presenta como ignorante vive en un mundo de fantasías y Bar y Liza se burlan de las estupideces de su padre como una figura que no ejerce autoridad, la madre es considerada como la mamá neurótica…En un mundo donde todo parece posible, pero a la vez demasiado arriesgado. La vaguedad, lo desconocido y la inseguridad se esconden detrás de cada decisión potencial. Una generación de padres que como proveedores han dado todo hecho a sus hijos, ha traído como consecuencia una generación de adultos que prefieren no madurar del todo ante los desafíos que le trascienden demasiado sacrificados y arriesgados.

    En consecuencia, el joven adulto busca satisfacción inmediata, la diversión, negar el futuro y vivir un eterno presente indiferente. Esto parece una propuesta más convincente y una posibilidad concreta.



    A mediados del siglo XX, Carl. G. Jung observó una tendencia inquietante que se extendia  por todo occidente, muchos hombres veían como su madurez emocional y psicológica quedaban atrofiadas, aunque fisicamene sus cuerpos eran de hombres adultos sus vidas psiquicas y emocioanles pareciían de adolescentes, Jung definió este comportamiento en un término mitologíco denominado Puer Atermu o  sindrome de Peter Pan (eternamente jóven) que se convertiría en la principal neurosis moderna.

    Como todos los avances en la sociedad, adquirir nuevas libertades acarrea un proceso de asimilación y estabilización dentro de los grupos. Así, retomar actividades catalogadas como infantiles en la vida adulta (como los videojuegos) es algo perfectamente válido, siempre y cuando no vaya unido a la omisión de la responsabilidad para con la propia persona y su familia.

    Lo infantil no es solo sinónimo de negación de la autosuficiencia, sino un refugio para todo lo amenazante de nuestra vida. El bombardeo de obligaciones consumistas, la explotación laboral, la presión social, todo ello tiene fin cuando uno se sumerge en actividades propias de la época juvenil, en la que todo era sencillo. El refugio de lo infantil o del (niño interno), bien gestionado, es el bastión de tranquilidad que muchas personas necesitan para garantizar un mínimo de salud emocional.

   "Cuanto más infantil es la sociedad, más maleables son las personas para los líderes políticos de cada sociedad. En este contexto de la postergación de la adultez, apareció la pandemia de coronavirus. Y los políticos, ya acostumbrados a tratarnos como chicos, repiten las mismas fórmulas con las que nos distraen cada día -sólo que ahora no hay margen para repetir patrones"..

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