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jueves, 7 de marzo de 2024

Artículo de la Semana

 

 

 

 

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

 

 

Personas desplazadas por los combates en la ciudad de Sake a su llegada al asentamiento de Mugunga, cerca de Goma, en el este de la República Democrática del Congo.
 

 

Por: Irma Ustariz


En los anales de la historia no se había conocido en una civilización anterior un comportamiento humano tan violento y cruel, cómo el que se ha visto en el Siglo XXI, los imperios que dominaron el mundo han sido seres que no podrían calificarse sino de psicópatas o sociopatas. Desde que se conoce la presencia de la humanidad en el planeta no se había registrado un comportamiento tan destructivo y degradante con las otras especies creadas como ha sido el homosapiens y en toda la cadena de los seres vivos. Se han destruido bosques, selvas, poblaciones enteras, animales extinción de especies flora, fauna y otros vivos en general.

El ser humano lejos de desarrollar su intelecto  en construir una sociedad donde impere la cooperación y el avance permanente para encontrar nuevos avances en la evolución humana, Aquellos que controlan el mundo se han empeñado  en el exterminio y desaparición de los habitantes  de este mundo que no fue creado por ello y que apuestan a la producción de armas y materiales de guerra de destrucción masiva, lejos dejando en segundo plano a todos aquellos proyectos de desarrollo que permitan avances en la humanidad y en construcciones avanzadas que  eleven los niveles de planeta destrucción masiva de la humanidad. Nunca antes se conoció de  la existencia de un genocidio o exterminio masivo contra la humanidad; tan brutal como el que se pretende imponer actualmente. Así mismo, el ecocidio, feminicidio e infanticidio que hemos experimentado con mayor rigor en apenas dos décadas los cuales se han incrementado con mayor intensidad desde el año 2020, de nuestra era.

         Todos los imperios han pasado por un proceso de desarrollo, auge, caída y decadencia siempre con el mismo fin jugar a ser Dioses, Estas civilizaciones anteriores finalmente terminaron cayendo en su propia codicia y arrogancia todas se derrumbaron. Si se realiza un análisis del  Por qué la decadencia de esas civilizaciones observamos la ausencia de valores y principios que sostienen una sociedad, el arte, los avances en ciencia, la educación,  tecnología, la neurociencia, la robótica, el transhumanismo la Inteligencia artificial…Contrastan con la neurosis colectiva que se vive en la actualidad en las sociedades más avanzadas en términos materiales la perdida de sentido,  las psicopatía, el individualismo, egocentrismo,  el narcisismo, el transexualismo y la impunidad de aquellos que ostentan el poder… Han llevado a la humanidad a una decadencia sin precedentes, los conflictos existenciales se incrementan el aumento del suicidio en los jóvenes que no saben  ya quiénes son porque han perdido su identidad la razón de su existencia y para qué han sido creados, lo cual les produce angustia y ansiedad.

         La misoginia la necrofilia otro de los trastornos que están trastornando a la sociedad, entre otras psicopatías que se han impuesto ante la razón, la ética y la moral, valores sin los cuales no se puede sobrevivir una civilización. Al final de esta era que concluye, las mujeres han desempeñados roles muy importantes, pero no se ha podido erradicar con la hegemonía y subordinación impuesta por el patriarcado imperante, ya que los grupos de poder que controlan las grandes corporaciones que tienen el control la mass media, la manipulación de la mente y el condicionamiento que ejercen en la sociedad a través del hedonismo, la manipulación y control mental,  la aplicación en las técnicas de persuasión a través de las emociones, la gratificación instantánea, la seducción y el narcicismo aceptados de manera sumisa anulan la capacidad de reflexión de quienes han sido persuadidos a través del sesgo cognitivo. 

         En tal sentido, la desigualdad, algunas cifras divulgadas por UNCNUR publicó que una de las causas más recurrentes es la violencia de género que aún continúa incrementándose, las migraciones, los refugiados..,En la actualidad se calcula que los primeros meses de 2022, el número de personas que se vieron forzadas a huir de la guerra, la violencia y la persecución en todo el mundo superó por primera vez los 100 millones de personas. Cualquier esperanza de que esto representara un punto álgido para el desplazamiento mundial se desvaneció pronto, ya que el total siguió aumentando hasta alcanzar los 103 millones a mediados de año, impulsado por la guerra en Ucrania, en Gaza  y las crisis sin resolver en otras partes del mundo.

La comunidad internacional ha sido incapaz hasta ahora de resolver los conflictos y otras causas de desplazamiento que han forzado a tantos millones de personas a huir de sus hogares. Esta continua inacción, combinada con los crecientes efectos de la emergencia climática, el aumento vertiginoso del costo de vida y la inminente recesión económica mundial, hace que las perspectivas del desplazamiento mundial en 2023 parezcan poco alentadoras. O de desplazados forzosamente de mujeres y niños. Incluyendo a refugiadas, solicitantes de asilo, desplazadas internas, apátridas, retornadas u otras personas con necesidades de protección internacional. La región enfrenta, sin duda, la crisis de desplazamiento más grande y más complejo de su historia.

Detrás de la necesidad de salir de sus hogares hay muchas razones: inseguridad y violencia, persecución, pobreza y desigualdad, violaciones de los derechos humanos, violencias de género, deterioro del orden público y el creciente impacto de los efectos del cambio climático. Las violencias de género se entrecruzan con otros tipos de discriminación como la edad, la etnia, la condición migratoria, la nacionalidad, la religión, el estado civil, la orientación sexual y la identidad de género. De esas personas, el 46% son mujeres y niñas. La necesidad de desplazarse las hace aún más vulnerables a distintas formas de discriminación y más expuestas a la posibilidad de sufrir violencia de género.

 


Personas desplazadas por los combates en la ciudad de Sake a su llegada al asentamiento de Mugunga, cerca de Goma, en el este de la República Democrática del Congo.

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