Por: Irma Ustáriz
La etimología de la palabra filosofía es en sí misma femenina, tiene raíces griegas philos=amor y sofos=sabiduría, representada por Atenea Diosa de la sabiduría, la guerra y los oficios, hija predilecta de Zeus, podría considerarse un mito machista. Su Nacimiento surgió de la cabeza de Zeus. Éste, casado con Metis, se la tragó al enterarse de que estaba encinta, a Zeus se le había vaticinado que un hijo suyo lo destronaría. Llegado el momento del parto, Zeus pidió a Hefestos que le abriera el cráneo de un hachazo: de su cabeza nació Atenea lanzando un grito de guerra y ya adulta.
Se entiende que desde el punto de vista semántico, existe una corriente del feminismo filosófico. En la edad contemporánea, una corriente filosófica que aborda temas sociales y el bienestar de la humanidad en una agrupación que abarcan diferentes pensadores, los cuales comparten las mismas ideas, tendencias o pensamientos. Todos ellos tienen en común una manera de pensar o hacer filosofía, a través de la cual pretenden dar respuestas a preguntas sobre el ser humano el mundo que le rodea y su propia vida, en el ejercicio de acciones de abstracción del pensamiento en el que destacan mujeres pensadoras y reflexivas en aspectos en el que surgen preguntas acerca de ¿Cómo surgió el mundo? ¿Existe un principio y un final? ¿Cómo comprendemos la realidad? ¿Existe realmente lo que vemos? ¿Qué determina nuestro comportamiento? y ¿Qué factores psicosociales influyen para la convivencia en sociedad, considerando particularmente aquellos aspectos que afectan a las mujeres en las relaciones discriminatorias en una sociedad de dominio androcéntrica en la que no existe equilibrio y ocasiona dicotomías antagónicas en las relaciones humanas.
Esta manera de relacionarse culturalmente a través del paso de la historia en disciplinas como ciencia, arte, religión, educación, filosofía…En el mundo contemporáneo se evidencian algunos avances, reconocimiento y logros en los distintos ámbitos sociales, en el cual se ha incrementado la participación femenina, no obstante hay sectores que buscan un retroceso en las reivindicaciones de los grupos y organizaciones feministas con el fin de detener los avances y la transformación estos nuevos esquemas de lucha por vivir en una sociedad inclusiva y sin discriminación, sin estigmatizar a la mujer a través de estereotipos como de hecho ocurrió en décadas anteriores, a la mujer le ha tocado asumir compromisos como parte activa de un nuevo sujeto social en la toma de decisiones y realizar aportes que conlleven a generar cambios e ideas para la consecución de una sociedad más humana en un planeta del que todos formamos parte.
Es evidente, que entre la corriente del feminismo en la filosofía, debemos dar mayor preeminencia a la filosofía, ya que ésta, es la manifestación del pensamiento más elevado y abarcador de la condición humana, como dijimos anteriormente, toda corriente del pensamiento superior debe dar paso a una convivencia entre iguales, como especie superior que garantice la supervivencia humana en armonía. La corriente feminista viene a ser la sustentación filosófica de la negación histórica y simbólica a la que fue sometida, subestimada y relegada a planos inferiores durante varias civilizaciones.
El innegable los avances, logros y participación de las mujeres en el desarrollo y evolución, algunas veces negado y minimizado por el sistema patriarcal o falocéntrico que todavía impera, con nuevos matices de dominación que penetran a través de la industria del entretenimiento y la imposición de estereotipos, eufemismos, tendencias o dogmas, para tratar de retroceder en los avances de los gremios y asociaciones feminista los cuales han alcanzado durante los últimos años, Esta corriente sexista se impone a través del engaño y la confusión de roles femeninos, han creado una campaña de desprestigio llevadas a cabo por un grupo de hombres que se dedican a cuestionar y descalificar a los grupos feministas con algunos eufemismos para poner en duda las injusticias y las violaciones, torturas, maltrato, esclavitud, amputaciones, derecho e integridad a que fueron sometidas las mujeres durante muchas décadas, y que ahora exigen un trato respetuoso, como parte de la especie humana, no solo a la igualdad ante la ley sino también la equidad de género, como un derecho inalienable.
Recientemente, se ha podido evidenciar en las redes sociales un discurso machista o sexista, que trata de distorsionar y banalizar los logros de la mujer en distintos ámbitos, en un discurso manipulado y sin análisis que lo sustente, pretenden distorsionar y hacer creer que ellos han sido las víctimas y no los victimarios de las injusticias cometidas de manera recurrente y reiterada contra las mujeres. Estos hombres que de alguna manera pretenden un retroceso y mantener el control dejan algunos vacíos legales, con la cual pretenden volver a imponer el machismo o volver a posicionar su discurso de sexista para dejar intactas las estructuras de poder y dominación que habían ejercido con absoluta impunidad.
Elizabeth Ross, en su libro La Diosa Oscura Mitología y Sexo relata lo siguiente:
En este devenir incesante de liberación –porque ya no nos para nadie-, sabemos bien que el intelecto divorciado del sentimiento es parte de lo que nos daña. Que el constante dividir lo que existe lo aísla, porque todo está interconectado. Y sabemos también que el recuperar nuestra historia nos dará luz sobre lo que hemos sido, lo que nos lastima, lo que nos destruye, para poder desde ahí sanar y (re)construirnos.
Sin la historia, sin el relato del que hemos sido protagonistas, estamos perdidas. Me es urgente rastrear las huellas que hemos dejado marcadas en el barro. A mí, como mujer, como madre, como artista, como habitante de esta Tierra. Y es en los mitos, los viejos relatos arquetípicos, y en los hallazgos arqueológicos, donde puedo –podemos- hallar lo más parecido a la punta de la madeja para tejer nuestro propio tapiz, que es también espejo. Pero antes hablemos de poder y de dolor.
La palabra poder es una que tiene espinas. Hemos sido tanto tiempo despojadas del nuestro que ya no lo reconocemos. El único poder en el que podemos pensar es el proveniente del sistema androcrático de dominio, violencia y dolor. El poder del dinero, el poder político, el poder de la Iglesia, el poder del Pentágono, el poder de las armas, el poder del narco, el poder de la represión, el poder del líder, el poder del jefe de familia.... asociamos Poder con lo nefasto, contra lo que nos levantamos grito en pecho, contra lo que luchamos. Es la clase de poder – el poder joder-diseñada para mantener el control total de todos los seres, de la naturaleza, del universo mismo si pudieran.
Todo aquello que nos transforma y libera, que nos hace más humanos, el reconocimiento entre iguales, como seres indivisibles y complementarios, como las bases que componen una estructura sólida, hará posible un mundo en armonía y perfecto equilibrio.
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