¿Qué es el doomscrolling y por qué debes parar de hacerlo?
El Dopaje Social Digital
Posteado: Irma Ustariz
Para nadie es una novedad que los Smartphone, las nuevas tecnologías, el internet de las cosas se han convertido en la prolongación de nuestra personalidad. Lo que comenzó hace décadas siendo una herramienta para facilitar la comunicación información ilimitada sobre noticias, clima, vidas ajenas, publicidad, compras y servicios diversos, servicios de compra, venta, pagos, trámites bancarios a distancia…se ha transformado en una ventana que nos da acceso al mundo de una manera mucho más amplia y compleja. Además de permitir hacer llamadas y enviar mensajes, en tiempo real, igualmente el teléfono móvil nos da acceso a las redes sociales y juegos.
Por todo ello, parece comprensible que la cantidad de horas que pasamos ante las pantallas se haya vuelto mucho mayor. Esta realidad se hace patente al salir a la calle para darnos cuenta de que todos estamos absortos en nuestros dispositivos: en los restaurantes, el transporte público, las salas de espera, los pasos de peatones e incluso en el mismo puesto de trabajo.
Las pantallas tienen la capacidad de generar adicción, pues constituyen una potente fuente de reforzamiento. Al generar dopamina una estimulación a nuestro cerebro sin igual, lo que nos mantiene absortos en las pantallas de los distintos dispositivos hasta el punto de perder la noción del tiempo. Probablemente esta recompensa instantánea te haya llevado más de una vez a navegar por las redes y el tiempo pasas frente a las pantallas. Este fenómeno tiene un nombre: hablamos del doomscrolling.
Más específicamente, el doomscrolling implica deslizarnos durante grandes periodos de tiempo por el contenido, especialmente aquel de carácter negativo. El término se deriva de la combinación de las palabras “doom” (condena) y “scrolling” (desplazarse). Aunque este hábito se ha normalizado y parece inofensivo, puede tener una serie de efectos negativos en nuestra salud.
El doomscrolling se hizo más frecuente durante el periodo de la pandemia del COVID-19, algo lógico ya que todos permanecíamos entonces encerrados en nuestras casas expuestos a enormes dosis de incertidumbre. La sed de información y la ansiedad por la situación excepcional hizo que los dispositivos móviles fuesen una vía rápida para conectar con el mundo exterior. Sin embargo, en aquel momento la información fluía a gran velocidad, a menudo con titulares alarmantes, lo que supuso para muchas personas desarrollar problemas de salud mental.
El doomscrolling puede ser nocivo para nuestro bienestar debido a que es capaz de activar de una manera muy fuerte nuestro sistema de recompensa cerebral. Al bajar por la pantalla de manera continuada absorbiendo grandes cantidades de información novedosa, el cerebro experimenta una activación que nos lleva a seguir buscando más y más.
La curiosidad humana es algo natural, pero los teléfonos móviles nos sobre carga de información hasta el punto de saturar nuestro sistema, generando un peligroso patrón adictivo. Así, las grandes dosis de dopamina que se segregan ante este bombardeo informativo pueden crear el caldo de cultivo perfecto para desarrollar problemas como la ansiedad o la depresión. Añadido a esto, es evidente que mantenernos enfrascados en nuestro teléfono puede interferir en funciones fisiológicas básicas como el sueño, por no hablar de cómo produce en los usuarios aislamiento deteriorando la calidad de las interacciones sociales.
Terapia Cognitiva-Conductual (CBT)
La (CBT) es una de las terapias más efectivas para tratar adicciones del comportamiento. Se enfoca en identificar y modificar pensamientos y comportamientos negativos que contribuyen a la adicción. Los pacientes aprenden a reconocer los desencadenantes de su comportamiento adictivo y a desarrollar estrategias para enfrentarlos de manera más saludable. Las terapias CBT, han demostrado ser especialmente útil para adolescentes y adultos jóvenes, ayudando a reducir el uso compulsivo de tecnología y a mejorar el control de los impulsos.
Nuestros comportamientos, aunque sean aberrantes, execrables, terroristas o inhumanos, no son fruto de una enfermedad mental. Son el resulta de nuestra condición humana: biografía, historia, sociedad, carencias, genética, frustraciones, anhelos… Y aún más: religión, cultura, ideología, fanatismo…
Esta realidad no se puede reducir a un simple diagnóstico de una patología mental, y a un tratamiento de una enfermedad psiquiátrica. El bajo rendimiento académico y la inestabilidad emocional son algunas de las consecuencias que se asocian con el uso excesivo de celulares entre los estudiantes. La sobre exposición a pantallas y redes sociales puede afectar negativamente el proceso de aprendizaje y el desarrollo emocional de los jóvenes.
El ser humano, es un ser social en armonía con su individualidad. Aprendemos a distinguir lo bueno de lo malo; dónde terminan los derechos de uno y dónde comienzan lo de los otros. Ya en nuestro código genético está grabada esa condición de ser social. Con el desarrollo afectivo en la infancia, con la educación y con la integración socio laboral, llevamos a las últimas consecuencias nuestra condición de individuos sociales.
Cómo hacer un uso saludable de las redes sociales
Aunque la pandemia ya es, por suerte, cosa del pasado, el hábito de hacer doomscrolling se ha quedado instaurado en la vida de muchas personas. Por ello, es importante cuidar la manera en la que hacemos uso de nuestros dispositivos para no deteriorar nuestro bienestar. Algunas claves pueden ayudarnos a hacer un uso saludable de las redes sociales:
Busca apoyo social: El mejor antídoto para la adicción a las pantallas es una vida real plena. Si contamos con personas que nos brinden su sostén, no necesitaremos refugiarnos en las redes. Habla con amigos y familiares sobre tus sentimientos y preocupaciones y, si lo necesitas, busca ayuda profesional.
Establece límites en el uso de los dispositivos: A la hora de usar las redes es importante que adoptemos una actitud de responsabilidad, haciendo un esfuerzo consciente por llenar nuestros tiempos muertos con otras actividades más enriquecedoras. Leer, dibujar, salir a dar un paseo o informarte a través de medios en papel puede ser una manera de desintoxicarse.
https://www.revistaeyn.com/tecnologia-cultura-digital/5-efectos-para-tu-salud-por-usar-tu-celular-antes-de-dormir-OSEN1098512
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