Artículo de la Semana

 

 

 Las Trece Rosas

 

 

Por: Irma Ustáriz

 

 

LAS TRECE ROSAS

 

Existen momentos durante el curso de la historia que no pueden ser olvidados y que penetran en la psique colectiva, como son los actos de crueldad, aberrantes y denigrantes cometidos por seres que dicen llamarse humanos en contra de otros que se encuentran en situación de indefensión o sumisión y son víctimas de otras mentes enfermas, llenas de odio y bajas pasiones.

 En el estudio de psicología de las masas han sido clasificados por su autor como enjambres  que pueden cometer cualquier acto criminal con total impunidad. Gustave Le Bon, sociólogo y psicólogo creador de la teoría del comportamiento y psicología de las masas, en el que identificó  las reacciones de los grupos afiliados que se reúnen en torno a una idea, creencia o ideología uno de sus aportes más importantes fue descubrir los fenómenos colectivos, ya que los grupos en masas desarrollan comportamientos que no hubiesen sido llevados a cabo individualmente, viajó por varios países destacando la manera en que vivían sus creencias y culturas algunas  sociedades como África del Norte, India Y Nepal.

La Psicología de las masas ha sido de gran interés para la comprensión de del comportamiento de las masas. ¿Qué es una multitud o una masa? Le Bon lo definió como un grupo de personas que comparten una misma forma de ver el mundo como una idea, creencia o ideología que comparten  en común, no se rigen por razonamientos o evidencias y las utilizan como combustible en el mensaje a través de la palabra o imágenes crean asociaciones mentales en el individuo que sufre una transformación psicológica, también conocido como sesgo congnitivo deja de comportarse como un individuo racional, lo cual produce que éstos se transformen, cada emoción, sentimiento y actos se contagian  deseos o impulsos que sirven de sugestión a la masa bruta.

La mayoría de las veces cometen actos bárbaros e inmorales porque nuestros instintos salvajes y destructivos son una herencia latente en todos nosotros los actos cometidos en masa una multitud irresponsable les da al individuo total impunidad.

La crueldad que se ejerce en contra de personas indefensas, mujeres y niños que suelen ser sujetos de represión, tortura y violación se repiten en los lugares donde las guerras toman como rehenes a estos seres que generalmente no tienen nada que ver con los conflictos creados por los actores que generan los conflictos armados. Cabe mencionar las guerras más recientes ocurridas en Ucrania e Israel donde las víctimas en su mayoría son civiles mujeres y niños.

En estos momentos hacemos algunas reflexiones y nos remontamos a lo que ha sido la vida humana en el planeta desde una aproximación a los orígenes de la humanidad  y caemos en cuenta de que siempre ha habido una guerra donde la muerte ha jugado el papel principal, la tendencia o casi mórbido  placer por la necrofilia es una de las patologías más comunes que se realizan en las zonas de guerra, ya que durante las mismas no existe ningún impedimento ni control en la ejecución de los actos más bajos que  puedan ser ejecutados contra aquellos más débiles  e indefensos.

Asimismo, aquellas mujeres que han sido mártires durante los enfrenamientos de guerras, generalmente no son mencionadas y se les censura o ignora en la narrativa que se crea antes y después  de las guerras.

Esta breve introducción, obedece al recordatorio durante el régimen franquista en España. En la represión El 5 de agosto de 1939 fueron fusiladas las Trece Rosas: Víctimas de la Venganza Franquista. Este es un recordatoria en honor a esas trece mártires.

El 5 de agosto de 1939 fueron fusiladas las trece rosas. Así reconocidas en el imaginario colectivo. Con la ejecución de 13 mujeres todas ellas, sin  ningún tipo de pruebas que demostrarán su implicación, participación o militancia política durante la guerra civil española. Una vez concluida los republicanos lucharon por reorganizarse, para resistir al régimen franquista.

Las Trece Rosas, con edades comprendidas entre los 15 y 29 años, enfrentaron un castigo desproporcionado y cruel, a pesar de no estar involucradas ni demostrada de manera significativa su participación en la resistencia republicana. Esto sugiere que su ejecución fue más un acto de venganza y escarmiento para otras que pudieran incorporarse a la disidencia.

La persecución, la venganza y el odio motivaron a los camisas negras encargados de sembrar el terror a todas las organizaciones, sindicatos, intelectuales vinculados con la izquierda, para delatar y perseguir a todo aquel que estuviera bajo sospecha en contra del fascismo o de haber participado en la lucha, estas milicias paramilitares se desplegaron por todo el país para luchar contra el auge socialista, sólo una de ellas pertenecía a un grupo  las demás ni siquiera se conocían, no sabían las causas de su detención, no habían evidencias de su participación  y del ¿Por Qué motivo? habían sido trasladadas a la cárcel de Ventas, lo único que tenían en común era  producto del azar. Las Trece Rosas, fueron fusiladas el mismo día, a la misma hora y en el mismo lugar, sin derecho a la defensa o evidencias que demostrada su participación. Se cree que fue una manera de enviar un mensaje de terror para todas aquellas mujeres que tuvieran intenciones de participar en alguna  revuelta, como una forma de enviar un mensaje de terror al resto de las mujeres que pretendían manifestar su desacuerdo con el régimen franquista.

En estos momentos de adversidad y de genocidio o exterminio  que vive la humanidad no debemos olvidar  a aquellas trece rosas mártires cómo   símbolo de valor y estoicismo.

 

Biografía: Duch Plana, Montserrat. 2017. “La columna vertebral de la dictadura. Estudio de caso: la cárcel de mujeres en Tarragona (1939-1943)”, en Cárceles de mujeres: la prisión femenina en la posguerra. Madrid: Sanz y Torres.