Psicología

 

 

ANTE LA CRISIS, RESILIENCIA

 

 

 

 

 Los ecosistemas tienen resiliencia

 al sobreponerse a cambios violentos o adaptarse a ellos

 

Por: Rafael Rivas Cabrera

 

La Resiliencia en Ingeniería, es la energía de deformación por unidad de volumen (en otras palabras, es la cantidad de energía que absorbe un material al momento de ser sometido a un impacto) que puede ser recuperada de un cuerpo deformado cuando cesa el esfuerzo que causa la deformación; en la Psicología se ha tomado este concepto para referirse a la capacidad de las personas de sobreponerse a situaciones adversas que les generan períodos de dolor emocional; en Sociología, se define como la capacidad que tienen los grupos sociales para sobreponerse a los resultados adversos, reconstruyendo sus vínculos internos, a fin de recuperar su equilibrio de funcionamiento colectivo; así mismo, en Ecología significa la capacidad de comunidades y ecosistemas de absorber perturbaciones sin alterar significativamente sus características de estructura y funcionalidad, pudiendo regresar a su estado original una vez que la perturbación ha

cesado;  de la misma manera, para el Urbanismo, es la capacidad de comunidades para resistir una amenaza, también absorber, adaptarse y recuperarse de sus efectos de manera oportuna, eficaz, eficiente y efectiva, que incluye la preservación y restauración de sus estructuras y funciones básicas.

 Sintetizando, podemos decir que la Resiliencia es la capacidad que tiene una persona o colectivo social de adaptarse y recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando su futuro. Al considerar las crisis como desafíos, según la filosofía oriental, pueden ser enfrentadas y superadas desde la Resiliencia. En algunas circunstancias y contextos difíciles o traumáticos, el desarrollo de la Resiliencia se expresará o no en cada individuo o comunidad, permitiendo que afloren y se desarrollen potencialidades que se encontraban latentes, desconocidas hasta el momento de acuerdo a las relaciones familiares, la educación y el contexto social, político,  económico, cultural, sanitario, entre los más importantes y sin menoscabo de otros presentes en la vida social.

En Psicología, la Autoestima o Amor Propio, se considera un componente fundamental de la Resiliencia; por un lado, así como existen personas que se ven superadas al enfrentarse a un trauma o desgracia, hay otras que lo superan sin dejarse abrumar por las circunstancias y siguen adelante con su vida. Incluso, es posible que transformen ese trauma en algo positivo desarrollando recursos que pensaban no tener, dando un giro positivo a su existencia en beneficio

de sí mismos y de las personas cercanas: familiares, amigos, vecinos, compañeros de estudio, trabajo, etc.

La Autoestima o Amor Propio alto, fuerte, permite tener una buena capacidad de Resiliencia porque desarrolla de forma constructiva a la persona para enfrentar, sobrellevar y superar cualquier dificultad en las diversas situaciones que se encuentre a lo largo de su vida, lo cual le permite tener a su vez, una visión de futuro altamente motivadora.

Uno de los propósitos fundamentales de la paternidad es proveer a los hijos de enseñanzas y criterios basados en principios y valores de alto valor humanístico para emplearlas en toda su vida de relación, presente y futura, lo cual los preparará entre otras cosas, para tener la capacidad de Resiliencia ante las dificultades que tenga que vivir. La relación que se forma o debería existir, desde los primeros años hasta la adolescencia además de estos componentes intelectuales, debe garantizar el componente afectivo-emocional que garantice su expresión en el comportamiento.

En este sentido, las enseñanzas y criterios requieren de vínculos cargados de comprensión, optimismo,  buen humor, afecto y facilitarles aceptarse y confiar en ellos mismos. Por el contrario, aquellos niños que son maltratados, humillados o incomprendidos son menos propensos a conseguir enfrentarse sanamente a los conflictos, reaccionando con temor o con violencia, sintiéndose impotentes o tratando de resolverlos por la fuerza.

    
De forma similar,  las comunidades pueden superar los cambios críticos en el medio, momentáneos o más o menos permanentes, desarrollando la capacidad para organizarse y auto gestionarse, utilizando las herramientas que necesita para enfrentarse a estos cambios, sin generar una transformación en las bases de dicho espacio que modifique su sinergia, sus modos habituales de funcionamiento e interacción en su entorno. Ahora bien, la efectividad en la construcción de un alto nivel de Resiliencia desde el punto de vista social, requiere a su vez del suministro de información precisa como parte de un proceso de formación integral, progresiva y en niveles, a la población que incluya la capacitación en contenidos técnicos específicos en términos de conceptos, causas consecuencias, alternativas de abordaje, resolución, evaluación y seguimiento de procedimientos, expresados en términos sencillos y accesibles (acordes a los grados de instrucción) mediante el uso de todos los medios de comunicación masivos posibles que incluyan impresos, radiofónicos, audiovisuales, electrónicos; además de los directos presenciales con charlas, conferencias, talleres, etc.; igualmente es imprescindible acompañar el suministro de información y la capacitación, con los componentes afectivos-emocionales que permitan fortalecer la disposición a enfrentar, resistir, resolver y construir y realizar, la perspectiva de una vida mejor.