Articulo de la Semana

                                           

 

                         Jesús Amaba a María más que a los otros Discípulos

 

 

                                         

 

 

Por: Irma Ustariz

En los evangelios apócrifos, son aquellos textos que no son aceptados, por la iglesia ortodoxa en su mayoría fragmentarios, que narran hechos de la historia de Jesús y de las personas que lo rodeaban, pero que no han sido aceptados como canónicos por el magisterio de la Iglesia.

Asimismo, al descubrir estos documentos encontrados en el desierto de Nahabi en el año, donde aparecen los evangelios de Tomas, evangelios de María Magdalena… El Evangelio de María Magdalena es un texto religioso cristiano no canónico descubierto en 1896 en un códice de papiro del siglo V escrito en copto sahídico.

Al códice le faltan seis páginas manuscritas al principio del documento y cuatro páginas manuscritas en la mitad, por lo que la narración comienza en medio de una escena, dejando el escenario y las circunstancias poco claras. Jesus expulsó a María de Magdalena 7 demonios que no la dejaban vivir en paz, A partir de allí María se unió a los demás apóstoles y lo acompañó hasta el día de su muerte.

Según interpretaciones como la de Karen King, 7​ el texto revela las tensiones existentes en las primitivas comunidades cristianas entre los protoortodoxos, representados por Pedro, y los gnósticos, simbolizados por María Magdalena. Una confrontación similar existe en otros textos gnósticos, como el evangelio de Tomás, la Pistis Sophia o el evangelio copto de los egipcios.  Se cree que el comienzo de la narración hace referencia a una aparición del Salvador después de la resurrección debido a las referencias a la muerte del Salvador y a la escena posterior de la comisión.

En el texto traducido se muestra que María Magdalena tuvo una relación muy estrecha con Jesús: “de todas maneras, Él, al verla, la ha amado sin duda.” (Pedro); muchas afirmaciones como estas han contribuido a las discusiones religiosas pero aún la verdad no está dicha porque ambas partes tiene argumentos muy fiables para defender sus teorías. Además, de acuerdo con este texto, María Magdalena habría sido depositaria de revelaciones secretas de Jesús, y habría tenido un papel destacado en la comunidad cristiana postpascual.

En los fragmentos encontrados en los códices se puede leer que ya, para ese momento precristianos hombres como Pedro y Andrés tenían celosos del amor que Jesús profesaba a María y se convirtieron en sus enemigos, no le permitieron predicar el evangelio ante los gentiles,

María fue desterrada y no tuvo más presencia en los lugares donde se agrupaban a  predicar el resto de los 12 discípulos.

Existe mucha controversia, sobre María Magdalena el evangelio gnóstico sugiere que  Jesús compartía con María más cosas que con el resto de los apóstoles. Y que María recibió más secretos de Jesús el resto de los 12 discípulos,  y se dice que Jesús amaba más a María que a los otros apóstoles en el relato se menciona que ella recibió los secretos del salvador, lo cual generó una estallido de celos entre Pedro y su hermano Andrés que les molesta y se ponen en contra de ella, ya que tenía información  privilegiada desconocida para ellos. María Magdalena había tenido uno de los roles más importante, en la vida de Jesús estar junto a él en la crucifixión y ser la primera persona en verlo resucitado, una de las primeras  mujeres en verlo.

María Magdalena emerge como el  Apóstol de los apóstoles, emerge como la sucesora de Jesús después de 2000 años, querían elevar a los hombres establecimiento de los principales representantes  del cristianismo temprano que se apoderó de un brazo del imperio romano donde se establece los primeros momentos del cristianismo temprano el patriarcado.

            Los apóstoles, asustados temían correr la misma suerte de Jesús, sabían que ellos terminarían igual.

    Los apóstoles, sin embargo, estaban entristecidos y lloraban amargamente diciendo: «¿Cómo iremos hacia los gentiles y predicaremos el evangelio del reino del hijo del hombre? Si no han tenido con él ninguna consideración, ¿cómo la tendrán con nosotros?».

    Entonces María se levantó, los saludó a todos y dijo a sus hermanos: «No lloréis y no os entristezcáis; no vaciléis más, pues su gracia descenderá sobre todos vosotros y os protegerá. Antes bien, alabemos su grandeza, pues nos ha preparado y nos ha hecho hombres». Dicho esto, María convirtió sus corazones al bien y comenzaron a comentar las palabras del [Salvador]

            María les dijo: “No se preocupen, él permanecerá y siempre estará con nosotros para protegernos”. Dijo que ella dirigiría sus palabras hacía el bien.

Andrés dirigiéndose a los demás les dice: “Me parece que estoy escuchando palabras extrañas y parece que no son consistentes con las enseñanzas diferentes a las del salvador”.

Pedro: “¿habría Jesús hablado en privado con una mujer en lugar de abiertamente con nosotros?”. ¿El a preferiría a ella más que a nosotros?”. ¿Acaso iba a querer presentarla como más digna que nosotros?

...del Salvador?». Leví dice a Pedro: «Siempre tienes la cólera a tu lado, y ahora mismo discutes con la mujer enfrentándote con ella. Si el Salvador la ha juzgado digna, ¿quién eres tú para despreciarla, Mateo, defiende a María y repele el taque contra ella, Pedro Siempre fuiste impulsivo ahora te veo ejercitando contra una mujer, como si fuera un adversario, sin embargo sí el salvador la hizo digna ¿Quién eres tú para rechazarla?

Pedro, veía a María como una rival, en los evangelios desapareció el papel de las mujeres en la iglesia primitiva.

Pedro dijo: «María, hermana, nosotros sabemos que el Salvador te apreciaba más que a las demás mujeres. Danos cuenta de las palabras del Salvador que recuerdes, que tú conoces y nosotros no, que nosotros no hemos escuchado». María respondió diciendo: «Lo que está escondido para vosotros os lo anunciare». Entonces comenzó el siguiente relato:

Algunos autores han querido ver en la oposición de los apóstoles a María (de algún modo también presente en el Evangelio de Tomás, la Pistis Sophía y el Evangelio griego de los egipcios) un reflejo de las confrontaciones existentes en la Iglesia del siglo II. Sería señal de que la Iglesia oficial estaría en contra de las revelaciones esotéricas y del liderazgo de la mujer.

Pero si se tiene en cuenta el carácter gnóstico de estos textos, parece mucho más plausible que estos “evangelios” no reflejen la situación de la Iglesia, sino su particular postura y enfrentamiento con ella. Lo que afirma un grupo sectario no puede entenderse como norma general de una situación, ni puede hacerse de la excepción una regla.