Fundamentos y principios
Por: Irma Ustariz
Los cambios de época que han venido ocurriendo durante los dos últimos siglos, de una forma vertiginosa a través de la puesta en marcha de las tecnologías disruptivas en la ciencia y la física moderna, han traído algunos avances en el desarrollo o era del conocimiento, pero desde una perspectiva integral estos adelantos han ido en detrimento de los valores y principios de los seres humanos; valores, fundamentados en la trascendencia, el bien común, la dignidad de las personas, la integridad, la consciencia, la libertad, la ética… conceptos primordiales de paradigmas anteriores, los cuales dieron un giro en la dimensión humana. De tal modo, que el siglo veinte se caracterizó por una guerra altamente tecnificada e ideológica desde 1919, dominados por el materialismo desplazando al ser humano a un segundo lugar, como objeto de consumo. Los cambios sociales que se gestaron hace cinco décadas, después de poner fin a la segunda guerra mundial se han desvanecido. Y una vez más los intereses individuales de los grupos de poder dejaron de lado los valores éticos y morales, lo cual ha generado nuevas guerras con tecnologías avanzadas al servicio de la dominación y los años de paz y conveniencia entre iguales se desvanecen, para volver a una espiral de guerras, violencia mundial y a una civilización decadente.
Comprender el humanismo como un nuevo Paradigma, y sus implicaciones para la psicoterapia y la Psicología como una nueva ciencia que pretende integrar una concepción del ser humano en todas sus fases y del quehacer terapéutico con una visión más holística, filosófica, además de científico. Lo cual implicaba ir en busca de otras formas del conocimiento integrando sus dimensiones la filosóficas, religiosas, el arte y la magia, como prácticas ancestrales de la expresión física, mental y espiritual del ser humano.
La liberación individual a través del proceso de cambio y la posible explicación de la dimensión social, hasta ahora omitida por el biologismo y el racionalismo de la época, ha traído como consecuencia el trastorno psicológico conocido como neurosis, causados por problemas de ansiedad, los sentimientos de culpa, la depresión, la ira, el narcicismo (…)
A partir de esta nueva actitud crítica, es necesario destacar que mucha de ideología orientada a hacía un comportamiento individualista, precisamente, son las causas del comportamiento neurótico. La neurosis comenzó a verse entonces como un modo subliminal de destruir la autenticidad, de condicionar el potencial humano que no se desarrolle de acuerdo al individuo sino de acuerdo a la presión de hegemonizar la sociedad.
La Psicología humanista es una revolución cultural que obedece a una época de postguerra donde resurgió el ímpetu por vivir plenamente la vida ya que, literalmente estábamos amenazados de muerte por la era nuclear. Habíamos llegado a un mundo con una paz en crisis. En la segunda mitad del siglo XX, resurge el pensamiento mítico de una nueva humanidad que debía venir, una humanidad que asegurara la paz mundial y el desarrollo humano hacia la plenitud y la igualdad, de vernos como seres que debían alcanzar una dimensión de hermanos. El surgimiento de una nueva era, de la comprensión y el dialógico entre hermanos respetando las diferencias. Donde todos los seres humanos éramos igualmente libres, sin importar la raza ni el credo religioso ni político. Se había abierto un espacio iluminado en el pensamiento y en la cultura mundial, llegábamos a la década de los sesenta, una década marcada por la agitación político-cultural, una agitación intelectual marcado por la antropología que nos enseñaba de culturas diversas; la palabra cambio se erigió como una gran esperanza para transformar un mundo convulso posterior a la segunda guerra mundial.
Este nuevo paradigma de paz e igualdad, era concebir una disciplina que estudiara al hombre como un ser total, es decir, un ser integral donde se considerara la dimensión metal, espiritual y emocional integradas a la conducta del ser humano. Estudiar a este ser como un todo no fragmentado (percepción, psique, lenguaje, pensamiento...). La intención era trascender las dicotomías que habían caracterizado a la psicología tradicional (sujeto-objeto, sujeto y contexto, razón y emoción, razón e intuición, consciente, inconsciente, mente y cuerpo, cuerpo y espíritu). En síntesis, la idea era concebir al ser humano como una sola unidad biosicosicial, tener presente que el ser humano es también una unidad en sí misma, es decir, somos biológicos y espirituales a la vez, somos estéticos y primitivos, somos proactivos y reactivos. Recobrar la subjetividad de la persona humana en el estudio de la psicología era el gran sueño.
Al final de esta teoría de la psicología humanista se ha logrado esta reivindicación durante los anteriores años de desarrollo, en una sociedad globalizada como en la que vivimos actualmente y que ideologiza a la sociedad a través de la manipulación. El estudio de la piscología humanista es concebir al ser humano, como una ser integral, libre y total, sin una concepción reduccionistas o fragmentada.
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