Documentales

lunes, 29 de agosto de 2022

Arte, Individuo y Sociedad

Chamana con aguila
 

Por:  Irma Ustariz


    Conocemos a nuestros antepasados o civilizaciones que nos precedieron a través de las huellas que dejaron plasmadas en los lugares donde se establecieron a través de los elementos encontrados para la realización de sus rituales, objetos de uso cotidiano y joyas hallados en distintos continentes se puede entender cuál era su cosmovisión.

    En los distintos continentes las civilizaciones fueron muy diversas en cuanto sus costumbres, creencias, cultos, ritos, mitos y tradiciones, las cuales se ven reflejadas en los petroglifos, pirámides, los bajos relieves tallados sobre piedras que relatan cómo estaban conformadas su sociedad, la organización de estos grupos humanos, costumbres, y tradiciones que todavía existen que se manifiestan en las distintas formas de expresión artística y desarrollo en el uso de herramientas.

    En la línea del tiempo, después de las sociedades tribales con el feudalismo, surgieron las sociedades faraónicas, monárquicas cuyos gobiernos eran representados por reyes y reinas, los burgueses, los artesanos, los trabajadores del campo y la construcción. Asimismo, se puede inferir, sobre la base,  de la  educación y la cultura que desarrollaron sus habitantes los adelantos surge el iluminismo, la ciencia, la astrología, la alquimia… que se evidencia en los avances de sus pobladores, los cuales han sido comprobados en las excavaciones y evidencias de ornamentos encontrados de las momias y restos funerarios que estudian la evolución humana, como la sociología, antropología, la filología, la arqueología…


Madre Naturaleza


    En este nuevo cambio de época, los datos y la información son la norma y no la excepción, la forma de ver el mundo carente de abstracción y reflexión las nuevas generaciones carecen de toda fuerza simbólica, la desaparición de los procesos para el logro de un objetivo, ha generado un comportamiento social aislado y de la inmediatez del resto como una especie de zombis, la ausencia de aquellos símbolos que impiden que los seres humanos sigan siendo gregarios se ha perdido aquellas metáforas que le dan sentido a la vida, lo que ha impulsado a una sociedad de consumo y acumulación de cosas sin sentido no llenan el vacío existencial y frustración del individuo en el que actualmente está inmersa la sociedad.

    La desintegración de grupos sociales que compartan actividades en común ha originado que desaparezcan los rituales, aquellos que se comparten con los hijos, la familia y amigos. Nuestro tiempo se dedica constantemente a estar conectados a las redes sociales y la prioridad es adquirir los dispositivos de alta gama con los cuales, se pueden realizar todas las acciones y tareas de rutina automáticamente, desde abrir las puertas de la casa hasta controlar absolutamente todo luces, hasta abrir los grifos totalmente automatizado, con el móvil o dependencia de estos dispositivos. 

    Las tendencias de la cuarta revolución industrial como el transhumanismo, la inteligencia artificial, la biotecnología, las prótesis biónicas, los nano chips que controlan las actividades neurológicas, la dependencia tecnológica viene a ser la nueva forma de esclavitud del ser humano pues en la medida en que menos utilices las capacidades cognitivas y neurológicas que le han permitido al ser humano el logro de grandes avances, desarrollo científico y tecnológico se ha ido aislando de las acciones simbólicas o rituales que cohesionan a las sociedades. Byung Chul-Han, se plantea qué pasa cuando se abandonan estás formas simbólicas como sucede en la actualidad.





    El ritual es una característica que permite que una sociedad se reconozca y reconocerse en los otros su identidad o pertenencia a un grupo social y con la desaparición de los rituales la comunidad se desgasta y lo que predomina es una sociedad sin comunicación. En la percepción simbólica se transmite lo duradero. Los ritos son técnicas simbólicas de pertenencia en el hogar, actualmente al tiempo le falta una estructura, la presión por producir le quita la importancia a lo producido, en el concepto ritual de las cosas no se consumen sino que se usan. Consumiendo valores dejamos de relacionarnos con la comunidad y la sociedad se ha vuelto narcisista cuando nos dedicamos a los rituales se toma consciencia del sí mismo y de los demás y se trasciende como un todo.

    La atención profunda se educa en la práctica de los rituales, aprender de memoria estabiliza la atención la repetición es un rasgo especial de los rituales. En la búsqueda de estímulos externos se pierde el interés y se convierte en rutina.

    Los rituales tienen resonancia con la comunidad, pero hoy en día vivimos unas crisis de resonancia o resonancia cero, lo cual produce depresión no hay depresión en una sociedad de rituales, ya que en estos actos participan los sentimientos, pero en este caso el sujeto no es un individuo aislado ejemplo de ellos lo tenemos en los funerales, actualmente nuestra comunicación es básicamente digital, motivados básicamente por las pasiones lo que aísla a las personas, este cambio o fenómeno social que estamos viviendo no escapa a la adaptación de un cambio de época en el que el ser humano se vislumbra como un producto, una sociedad neurotizada en aumento, ya que solo se orienta al aspecto superficial, el consumo, el materialismo donde el ser humano se reconozca como un ser integral no fragmentado el lado espiritual y emocional no está planteado dentro de los algoritmos de las nuevas tendencias de la industrialización digital.

2 comentarios:

Gracias por tu comentario...que tengas un excelente dia.

Anteriores Artículos